viernes, 30 de enero de 2009

A OJO DE BUEN CULERO

a ojo de buen culero
se calientan las nociones
ninguneras de viejitas emociones indiscretas
chaqueteras de la brisa de los tantos trompicones
de tormenta desdeñosa
como lo es humildemente
aquel aroma en las avispas
persiguiendo los pistilos del girasol
de la salva extremaunción corpórea
del infausto pregonero: falso dios

deidad esfinge
tú que siempre amarga
nos lubricas las pestañas
la pezuñas dilatadas por el miedo
por la herrumbre de un actor
que novelezco
es quizá a merced del ego
hijo de artemio o de maría
o de los ringling brothers
– vuelve un rato celestina
y enfrenta tus deudas –

saltimbanqui que chorero
no consigue aún encajarse por bendito
en el traspié de las murallas del benigno corazón
que quisiera perdonarte
pérfida

porque siendo al mismo tiempo carnaval de los faroles
de las calles arrabales de las noches de ceniza
imposible es evitarme echarte pestes
de ser carne advenediza: ventisca pudrebunda
pusilánime juego de las putas de parís
que algunas noches de las arriba mencionadas
prefirieron mejor refugiarse en sevilla

qué desgracia sería evitarnos
esta lucha de a dos aspas giratorias
abanicos de pasión de las morosas quebraduras
que forjamos a la luz de aquel farol repetitivo

luna rugosa luna astral penuria
eres un rostro señorita aún incompleto
eres azul y a un solo tempo ruborizas
carroña herida por el vuelo de las aves de rapiña
por las garras del mismo miedo a ser lugar común

a ojo de buen culero canto
y bailo sobre la tumba de tus queridos antepasados
de los huesos arriba bailo pulverizando en mis pesquisas
el agrio túnel que hace años te parió

desde mi pueblo los espectros de satán
van y te esperan a la salida del autobús
haciendo fuerza mientras tanto
la santa muerte sodomiza cuatro carretas
donde tu abuela no imagina el chaparrón
donde tu sangre cíclica espiga
respingadita sirve de remo a caronte
a sus catorce aurales flores cuando esa misma sangre
habrá tal vez durante días de derramarse
una vez más ante mí

y mi clamor será volverte a escudriñar los vendavales
del hambre erosión de tus fauces rancias de tanto sexo
y de olor tan marginales al apetito
de cualquier buen caballero
que quisiere preciarse un poco

llámame loco por estos versos
pero a ojo de buen culero tú ya no vales
nunca has valido lo
que una tarde hubieses tierna prometido
a mi soltura
a mi cansancio
ardiente del fuego alelí que
circunda alrededor del vértigo

si gustas acepto que soy el despecho hablando
por eso rimo – tal vez lo intento –
un fragmentado contraviento de la mar
de los océanos mutantes que borbotean en tu entrepierna
de valquiria

y te revuelcas
como los cerdos sobre la grasa de raudos vientres
clavas los dientes sobre la almohada precipitándote
a ser el hielo que graniza los disformes
pechos del busto de gaia

eres quimera – fugaz lentitud –
santísima hiena burlas las peroratas del cielo
donde los dignos quincuagenarios someterán otros ardores
menos altivos
no más precoces
y así terminarás tu existencia
como debiste comenzarla en un derroche
de la verga – de fangosa envergadura
te dijera el menosprecio –

y la premura de alcanzar los astros
hará mil bóvedas de cieno en tus caderas
– será tu lastre tu templo tu calvario –

regiomontano camino hacia el dorado
fue concebido como lo hicieron hace ya siglos
conquistadores apestosos y duchos intentos de hombre

falsos denarios fueron la paga
y no hubo cheque a mí ni cash ni inquietos viáticos
y la factura – momento alud – se hizo espesura
en los sueños de algún viaje fantástico
pero incumplido

por eso al cabo
sinceramente pa’ qué negarlo
estoy aburrido de lo anterior
y al repetirlo sólo lo digo
a ojo de buen culero

...

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