FRUTO DE TI

Como aquel suspiro que se aleja de tu seno,
se desprenden de mi mente las ideas de la ilusión;
como el día cuando guardo mi letargo para mí,
para entender de mis ideas este reflejo
carmesí que de tu boca surge
con razón del sinpar destino y tu resentimiento

Pero el sol irradia la ternura de tus ojos cada vez que miro el día.
Ya son tantos que me falta corazón para acogerles.
Fulgurante me presento, embelesado de su esencia,
pero lo único que añoro es lo perplejo
de la veleidad que inunda entre los campos tu cara

Pura y sabia es primavera tu recuerdo.
Regia y santa se presenta ante mi espíritu
y no puedo, pues, por más aunque concibo,
que mi alma sea con ella sin recelo.

Virgen reina de los cielos fríos del norte.
Blanca hermosa cual la nieve del invierno.

Pero cuánto de ti tengo en la figura,
ya no choco en la ladera,
me refugio en lo profundo de sus ojos,
en tersas manos que acarician esto,
lo que en tristes versos les describo
cuando anuncio amor perpetuo y le profeso.

Tiene nombre, aunque es mi pasión tan grande
que le llama sólo musa, ninfa y rima
porque es todo en mi cabeza cuanto veo
lo que anuncian los juglares de aquel pueblo tan cercano al olvido.

Es incluso cuando hay ondas recorriendo polo a polo
lo que dicen ciertas prosas que se guardan
para ser sólo de ella mi dicción y que mis párpados
acuerden admirarla eternalmente…
pero no, no queda nada.

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