sábado, 27 de septiembre de 2008

EL ARRIBO

Fuiste infusión:
un continuo insomnio ante el indulto
mi mandrágora

Anoche volaba con alas de papel sobre tu cuna,
cuando las velas creciendo su llama, su llanto
y su luna, veían nevar a la mañana;

y llegaste, detuviste mi paso al observar
en tu frente los emblemas que se encumbran
ante el frío sudor del alba;

(cuando entonces sucedió)

crecimos – chocamos
explosión enigmática

los pliegues de la cama
su sabor de rosa

marchita y dura
donde clavaste el rostro
para sentir mi senda amorosa
penetrarte el alma

cruzamos el puente cabalgando sin miedos,
fundidos / eternos, sobre tu lecho;

mis brazos ciñéndote hasta huir juntos
a ese sitio en que los hombres sueñan
nunca despertar del beso
de tu mirada

del incienso enardecido
en que descansan como humo
los puntos cardinales

en la pluma do me enciendo, en el papiro
e ignoto te miro… te sonrojas
velada

(sutil amanecer a las dos en punto)

...

miércoles, 24 de septiembre de 2008

RESPUESTA

I
Sexo: testimonio del instinto donde duermen
– muerte pequeña y estática –
los árboles de mi jungla asfáltica,
los ángeles de mi credo en una noche
de pasión sumisa y redención enana;
los grados eternos en que el hombre
da vueltas al amor sobre la hoguera,
en que cada caricia enciende
su fogata; los instantes mismos
donde vive y muere el cataclismo
de nuestra herencia milenaria.

Sexo: con sus deseos robusteciendo el nocturno eterno de tus besos;
o talvez miento, pues son los míos
quienes troncharon su sabor
muriéndose a poco, lentamente,
sobre el parapeto.

Es él quien ahonda sobre aquéllos
(la roca no es roca si no anuncia
la auscultación de sus diversos credos)

Es él, irreverente recuerdo, quien advierte
la función procesal de algunos versos.

Poema que transgrede redes y circuitos en su envío.
Se palpa, siempre, con su tema en el desierto;
no claudica ni rezonga, su razón es la que aguarda
ocultándose donde el tiempo.

Y entonces preguntas por un sábado incierto, fortuito,
cuando la luz era enorme y yo estaba, hecho madeja de palabras,
en otro sitio
(perennemente ajeno)

La lejanía nunca se vio malsana. Es simplemente
un rasgo precoz de los inicios en que fuimos,
sin quererlo, encontrados en un trigal
en donde abundan los falsos y los sardónicos,
ladrones y mentirosos dos-caras,
o los salomónicos inscritos
a una comunión de leal gente
que sigue los designios de rectitud lagada

Y ahora somos la afinidad de dos mundos paralelos.



II
No sé ni entiendo cómo esperas que lo diga.
Es un astro borracho, deambulero y calizo
que suele engañar con sólo verle
en la celestial cubierta.

Por él jamás sentí lo que los bardos
recitan en la taberna, a la espera de una jarra
aérea que contenga los néctares de las humanas premisas.

Por él, cuando baila, se revuelcan
los orbes iracundos de los hombres, y es que dictas
un cielo que no es cielo y que a más esconde
los secretos femeninos de sus fosas,
sus arenas y sus piedras – luminar cobriza –
porque yo desconozco esos rincones,
porque tu luna es diferente de la mía.

Dame dos segundos y verás que responde
el espíritu, guerrero y montaraz,
que en mi esencia habita

pero no, prorroga esas sentencias, no sabrás,
aunque te enuncie verdades y hecatombes,
lo que oculta la trasnoche sombría

¿Ya hueles el polen? Un ruiseñor lleva en el pico
el tallo de la rosa roja, y sus pétalos, húmedos,
se bañan en una emulsión de jades y amatistas.

Pues bien, lo intentaré de nuevo, y edicto:
¡Lunasa de varias proporciones,
aunque te encuentras nebulosa de mi vista,
dime si fuiste aquella noche tan grande
como los faroles de papel que se besan en la poesía!

Ya parlan aquí las muchas voces
– besaré, besaré – con su denuedo
de canciones viajeras que cogen rumbo al sur
para entregar este intento de réplica.

¿Crees tú que sin su ser la sustancia muera?
¿Imaginas que las botas truenan el cadalso?
(lugar sin nombre)
¿A pesar de la distancia piensas que hay mausoleos intactos?
¿O sueñas odres de pantalla entre la bruma?

Bueno, sólo diré entonces,
boquiabierto por las luces del ocaso,
inmutable en el silencio de la escritura:

que no hay siniestro sin razón de cargo,
que la asunción de los paganos dioses
cubre con fuerza el alba etérea, y así,
aunque haya negaciones altaneras,
– en el trayecto virtual de las voces –
(sin saberlo)
seguirán por hoy apretujándose nuestras lunas.


...

Primer Acercamiento

No había tenido la oportunidad de acercarme antes a las fastuosidades del blogspot. Pero siempre hay un principio. En fechas recientes me encuentro detenido sin saber dónde ni por/de qué, pues algunos trabajos antiguos piden a gritos encontrar un sitio para ventilarse.

Así que a partir de ahora, dejaré aquí palabras, tantas-muchas-como-ninguna, para ustedes, del uno del uno por uno; cualquiera que sea su nombre. O para ese Nadie que gusta de cegar cíclopes.

No puedo opinar sobre mí mismo. Así que me gustaría saber sus opiniones. Por mucho o muy poco auto-crítica que sea un persona, no hay mayor tenacidad que en los comentarios de quienes pueden ver con sus ojos la otredad de un algo, un todo, una nada... por qué no... de un pretexto por explotar un sentimiento.

En fin, espero encontrar sus palabras también... hasta la más ínfima... hasta la más burda... pero evitemonos formalismos... se pierde el sabor de la charla.

Tiamina. Mucha tiamina!!!


...